"Estamos enfrentando una ola de desinformación que busca desestabilizar la confianza ciudadana en nuestra gestión del agua", declaró Batres en una reciente rueda de prensa, en respuesta a críticas lanzadas por Santiago Taboada Cortina.
Por otro lado, López Obrador ha enfatizado la manipulación del tema como una estratagema política adversaria: "No se dejen engañar, tenemos estrategias sólidas y eficaces para asegurar el abastecimiento de agua en nuestra ciudad", aseguró, desmintiendo las afirmaciones de negligencia gubernamental en la gestión hídrica.
La defensa de Batres sobre la seguridad hídrica de la capital y su llamado a la acción contra las construcciones ilegales subrayan el complejo entrelazamiento entre urbanismo, recursos naturales y política. "YA NO AUTORIZEN PISOS ILEGALES en las alcaldías que gobiernan, así nos ayudan mucho para cuidar el agua", puntualizó, enlazando directamente la crisis del agua con la gestión territorial en manos de la oposición.
La controversia se inscribe en un contexto más amplio de investigaciones sobre un "cartel inmobiliario", implicando a actores políticos PANISTAS desde agosto de 2021. Este aspecto añade una capa de complejidad a las acusaciones, sugiriendo una intersección entre la crisis del agua, la regulación urbanística y la integridad política.
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